La Podología ha ampliado su actuación a diferentes campos para conseguir un mejor y más óptimo cuidado de los pies, muestra de esto es la Podología Geriátrica.
¿Qué es la Podología Geriátrica?
A lo largo de la vida nuestros pies han soportado mucho peso, han andado mucho y sus músculos, huesos y articulaciones también se ven afectados por el envejecimiento. El paso del tiempo y los problemas no corregidos hacen que los pies de la gente mayor requieran una adecuada atención para mantener una buena movilidad.
Una persona de edad avanzada puede tener muchos problemas si el cuidado de sus pies no es el adecuado. Suelen tener dificultad para cortarse las uñas de los pies al no tener suficiente flexibilidad o las herramientas necesarias. Esto es un inconveniente porque pueden producirse pequeñas heridas que se infecten y den lugar a problemas mayores.
Las personas mayores requieren atención en sus pies
Las personas mayores requieren una valoración periódica y curas podológicas continuas debido también a las complicaciones relacionadas con los trastornos crónicos propios de la edad, tales como artritis, diabetes y trastornos vasculares.
Aconsejamos los cuidados periódicos realizados por el podólogo, ya que el cuidado de los pies durante la tercera edad, junto con tratamientos ortopédicos adecuados, pueden mejorar la independencia del anciano y prevenir caídas, aumentando su autoestima y mejorando notablemente su calidad de vida.
Podología para ancianos
Las extremidades inferiores requieren toda nuestra atención por ser un elemento insustituible para nuestro caminar y equilibrio, aún más cuando se trata de extremidades de personas mayores. Las patologías que los pies sufren aparecen en multitud de personas con independencia de la edad, pero en las personas mayores los efectos suelen ser más graves y la acumulación de enfermedades en estos hace que las medidas preventivas deban extremarse.
Las causas de estas patologías que los ancianos padecen pueden ser diversas aunque comúnmente podemos englobarlas en las siguientes:
Por envejecimiento
Se genera un hiper-apoyo sobre el hueso calcáneo, degeneraciones en el cartílago, atrofias musculares y disminución de la movilidad de las articulaciones.
Modificaciones por enfermedades generales
Patologías osteo-articulares (artrosis, artritis reumatoide, gota), cardiovasculares (como insuficiencia cardíaca), endocrino-metabólicas (insuficiencia renal, diabetes…). El pie diabético requiere una atención especial: como consecuencia de neuropatía, enfermedades vasculares junto con inadecuadas posturas higiénicas como un mal corte de uñas o desaconsejado calzado, pueden producirse trastornos desde superficiales (callos, malformaciones de uñas…) hasta problemas mucho más graves como encangrenaciones. De esta forma, de una pequeña herida puede proliferar una infección o úlcera que puede llegar a ser letal.
Alteraciones por enfermedades podales específicas
Aparición de callos, ojos de gallo, durezas, uñas encarnadas, deformidades propias como pies planos o alteraciones dérmicas como verrugas plantares son algunas de las patologías que encontramos en este grupo.
Como a todo en la vida, le podemos aplicar el refrán de que “más vale prevenir que curar”, es decir, que la medicina preventiva es la mejor opción si nuestros mayores comienzan a sentir molestias en sus extremidades inferiores. Diariamente, debemos mantener una higiene perfecta, lavando los pies cada noche (no con baños muy frecuentes ni duraderos durante el día) con agua tibia, aplicando un jabón neutro y antiséptico y secándolos sin frotar en exceso y bien para evitar zonas húmedas residuales. La posterior hidratación en las zonas más secas mediante vaselinas y con productos menos grasosos para evitar grietas, roces y otras alteraciones.
La observación de los pies debe ser diaria; si descubre irritaciones, molestias o signos de infección debe consultar con su médico de cabecera. Un corte adecuado en las uñas de los pies nos puede evitar más de una enfermedad; recuerde que las uñas de los pies deben recortarse en forma cuadrada, nunca de manera redondeada o puntiaguda. En diabéticos, es aconsejable recortarlas con lima o acudir a especialistas para mayor seguridad.
A la hora de comprar calzado, es aconsejable hacerlo por la tarde, porque los pies están más hinchados consecuencia de la actividad diaria y evitará así posibles molestias futuras. Debe tener en cuenta que el calzado que lleve debe adaptarse a la actividad que realice y en verano, tener especial cuidado con las sandalias que no sujetan de manera adecuada las extremidades.
Si la prevención o corrección de las patologías no es posible mediante este tipo de medidas, deberán aplicarse tratamientos basados en fármacos, masajes, aplicación de corrientes, microondas y otros cuidados podológicos que deberá solicitar a un especialista en podología.
Cuidar los pies de personas mayores
La quiropodia es un tratamiento basado en la eliminación de las durezas y piel seca de los pies. Con este tratamiento también se realiza el corte terapéutico de lasa uñas para evitar un crecimiento inadecuado de éstas. Esto es porque puede llevar a diferentes tipos de dolencias y problemas.
Así, la quiropodia se presenta como un tratamiento básico y llegada cierta edad, muy necesaria para nuestros pies, puesto que ofrece todos los cuidados que nuestras extremidades inferiores necesitan para un correcto desarrollo de la vida cotidiana.
Y es que nadie, o prácticamente nadie, escapa de sufrir durezas en los pies, puesto que lejos de poseer una procedencia inusual, estas callosidades se derivan de la simple fricción o roce de nuestra piel en cada paso que damos, aspecto que suele estar agravado por la utilización de un calzado inadecuado, problemas posturales o incluso por deformidades en las articulaciones en los pies.
Durante la quiropodia, se eliminan y cuidan todas esas potenciales y actuales callosidades, durezas, papilomas…pero como comentábamos también se trata el adecuado crecimiento de las uñas y los problemas que en ellas podamos encontrar, desde el básico fresado y limiado de las uñas hasta problemas como la onicomicosis (hongos en uñas) o la onicogrifosis (uñas engrosadas), o las famosas uñas encarnadas.
Cómo hay que cuidar los pies
Este tratamiento podológico es la solución más adecuada especialmente para las personas mayores, que además de sumar años de pisadas y presión en sus extremidades inferiores (con las consiguientes afecciones que esto genera), poseen dificultades de movilidad, visión y capacidad para alcanzar sus pies y realizar un corte preciso y un cuidado adecuado.