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La enfermedad de Párkinson es un trastorno en el que las células nerviosas o neuronas, se deterioran considerablemente, e incluso mueren. De forma que quienes la padecen, no consiguen coordinar adecuadamente sus movimientos, hablar, o incluso realizar tareas sencillas, ya que afecta directamente en una zona concreta del cerebro encargada de controlar los movimientos musculares.

Su origen todavía no se ha averiguado, y es que solo es hereditaria en un 10% de los casos. En la mayoría de los casos se desconoce la causa. Por ello, no se persigue la curación inmediata del Párkison, sino evitar el desgaste físico y emocional, intentando mantener lo máximo posible su calidad de vida. Aunque todavía no existe una cura, las investigaciones siguen avanzando, y a menudo, los medicamentos o la cirugía pueden mejorar los síntomas.

¿Cómo cuidar a enfermos de Párkinson?

Entre los síntomas más característicos se encuentran la rigidez, la inestabilidad, la lentitud o disminución de movimientos, torpeza, etc. Pero también pueden aparecer otros menos conocidos como la dificultad para conciliar el sueño, o trastornos del control de los impulsos, como la ludopatía.

Sin embargo, cada enfermo es diferente, ya que suelen presentar síntomas diferentes. Por ejemplo, el temblor característico de la enfermedad no sucede siempre, como se suele pensar. Lo mismo ocurre con su desarrollo. Aunque es una enfermedad que progresa lentamente, no es posible predecir qué curso tomará la enfermedad en cada persona.

Por lo tanto, para cuidar a un enfermo de Párkinson, habrá que tener en cuenta que ninguno evoluciona igual. La atención que necesitará cada paciente variará en el tiempo, y en las tareas en las que necesitarán ayuda.

Para entenderlos mejor, deberemos de prestarles mucha atención. La persona encargada de sus cuidados deberá ser muy atenta, y que será la que más lo conozca y la que mejor sepa cómo ayudarlo.

Mejorar la enfermedad es posible

Conociendo los síntomas del paciente, se podrán conseguir mejoras para facilitar su día a día. Siendo conscientes de lo difícil que puede resultar, estos son algunos de los consejos que te ofrecemos.

Medicación

Existen medicamentos eficaces que puede recetar un médico. Tratamientos que incrementen el nivel de dopamina en el cerebro, o que alivian o controlan algunos síntomas de la enfermedad.

Fisioterapia

Aunque no ofrece resultados inmediatos, es una herramienta que puede ayudarles y que puede adaptarse al paciente en cada fase de la enfermedad.

Dieta

Es muy importante la alimentación. Está demostrado que un cambio en la dieta puede producir grandes beneficios. Entre otros, se recomienda incluir la mayor parte de las proteínas en la cena o aumentar la ingesta de líquidos.

Ejercicio

Es importante mantenerlos activos. Intenta que realice alguna actividad física, incluso un paseo diario puede, combinarlo con períodos de reposo y/o relajación.

Atención a los sentimientos

Suelen sentir depresión y ansiedad. Es fundamental el apoyo de sus familiares y amigos, e incluso puede que necesiten la ayuda de un profesional. Para mejorar su ánimo, es aconsejable mantener una vida social activa e intentar involucrarlos en actividades en las que se sientan útiles o comprendidos.

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