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Ha llegado el otoño y con él, la rutina del trabajo y el colegio se hace una constante, mientras que la bajada de las temperaturas nos invita más a quedarnos en casa, dejando atrás un magnífico verano de piscina, parque y aire libre para los pequeños.

Pero con el cambio de estación, también podemos aprovechar y hacer multitud de actividades que gustan a los niños, dejan volar su imaginación y aprovechan los últimos resquicios de un verano que se alarga, antes de que el frío nos pille desprevenidos. Este otoño, haz de los fenómenos de la naturaleza otoñal unos aliados, y aprovéchalos para planificar unas tardes de lo más divertidas con los pequeños. Te contamos algunas cosas que hacer en otoño con los niños, a continuación:

6 actividades divertidas que hacer con los niños en otoño

Recoger hojas

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Algo que parece habérsenos olvidado con las nuevas tecnologías es cuánto podemos seguir disfrutando con nuestros hijos de los pequeños placeres que nos brinda la madre naturaleza. Con la llegada del otoño, las hojas de los árboles se caen y aunque a nosotros nos parezca algo de lo más común, para quien es su primera, segunda o tercera vez, no lo es. Aprovecha una buena tarde soleada y recoge hojas con los pequeños; podéis jugar a ordenarlas por tamaños, forma, color… e incluso una vez en casa, podéis elaborar collages, colocarlas en cuadros e incluso ramos de flores con ambientación otoñal.

Recoger piñas, piedras y más

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Además de hojas, podemos encontrar en zonas más alejadas de parques otro tipo de elementos naturales con los que reinventar las tardes de otoño. Las piñas que caen de los árboles suelen ser un reclamo de lo más divertido, junto con piedrecitas e incluso con pequeñas ramas. Con todo esto y mucha imaginación, podéis elaborar pequeños centros de mesa, incluso incorporando otro tipo de materiales sintéticos, telas…juega con lo que tengas por casa e idea nuevos artículos decorativos.

Pachwork, telas y más

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Para los días de otoño, pero días lluviosos o demasiado fríos, en los que no sea recomendable salir al exterior, puedes aprovechar para hacer manualidades en el hogar. Una de las tipologías más comunes de manualidades es el patchwork, aunque si no eres un asiduo, también puedes aprovechar prendas rotas o retales para elaborar sencillos artículos como por ejemplo, pequeñas banderolas que poder colgar de manera posterior en fiestas y celebraciones. La colaboración de los niños requiere una mayor edad que en las actividades anteriores, aunque si es así, puede ser un buen momento para introducirlos en el mundo de la costura.

Ambientadores naturales

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Las frutas también pueden convertirse en nuestras aliadas. Optimizar este tiempo que dedicamos a manualidades es fácil si aprovechamos para elaborar artículos que necesitemos o vayan a servirnos para nuestro hogar. Es el caso de los ambientadores caseros en base a frutas. Puedes elegir limones, naranjas o manzanas para la manualidad; solo tienes que cortarlas a rodajas finas, introducirlas en un bol con agua y sal durante 15 minutos, eliminar posteriormente el exceso de agua con un paño e introducirlas en el horno durante 2-3 horas a una baja temperatura. Recuerda no mezclar el tipo de frutas porque cada una requerirá unos tiempos diferentes en el horno. Ya cuentas con tus ambientadores naturales que hacen a la vez un bonito papel decorativo.

¡Cambio de flores!

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Aprovecha el tiempo de otoño en el que algunas flores con las que cuentas en casa, comienzan a no poder soportar el frío; es el momento ideal para no perderlas para siempre. El remedio; muy sencillo, simplemente tenemos que secarlas, aunque cuidado aquí porque no todas las flores guardan un bonito aspecto cuando terminamos el proceso. Por ejemplo, las rosas, son algunas de las que, aunque pierden su color natural, mantienen una bonita forma. ¿Cómo hacerlo? Es muy sencillo; antes de que comiencen a marchitar, coge las flores, que desees secar, colócales un cordel sobre los tallos y cuélgalas boca abajo en un lugar de tu hogar seco, ventilado y sin luz. Una habitación sin mucho uso, la parte de debajo de un escritorio donde no refleja la luz de manera directa o incluso un armario bien ventilado, pueden ser lugares idóneos. Allí, debes colgar las flores fuertemente sujetas boca abajo. Puedes esparcir un poco de laca, y solo queda esperar entre una y dos semanas para comprobar que contamos ahora con un nuevo centro floral con el que decorar nuestro hogar.

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