Dieta de las personas mayores para fortalecer el sistema inmunológico

A medida que envejecemos, cuidar la dieta para personas mayores es fundamental para mantener una buena salud y fortalecer el sistema inmunológico. En la tercera edad, el cuerpo enfrenta nuevos desafíos, y una alimentación en la tercera edad equilibrada puede hacer una gran diferencia en la calidad de vida. En Interdomicilio, recomendamos una dieta que potencie las defensas naturales, aportando los nutrientes necesarios para que las personas mayores puedan disfrutar de un sistema inmunológico fuerte y resistente.

¿Por qué es importante una dieta adecuada en la tercera edad?

Mantener una dieta adecuada en la tercera edad es esencial, ya que en esta etapa de la vida el cuerpo experimenta cambios naturales que requieren una adaptación en la alimentación. A medida que se envejece, el metabolismo se vuelve más lento y la masa muscular tiende a disminuir, lo que puede afectar tanto la energía como la resistencia física. Por esta razón, es fundamental que las personas mayores sigan una dieta equilibrada en adultos mayores que aporte los nutrientes necesarios para sostener las funciones vitales y proteger el sistema inmunológico.

Además, una alimentación en la tercera edad adecuada puede prevenir o mitigar el desarrollo de enfermedades crónicas comunes en personas mayores, como la diabetes, la hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Comer de forma balanceada ayuda a mantener niveles de azúcar y colesterol en rangos saludables, contribuyendo a una mejor calidad de vida. A medida que envejecemos, el sistema inmunológico también tiende a debilitarse, y una nutrición para el sistema inmunológico adecuada ayuda a las personas mayores a enfrentar infecciones y reducir la inflamación.

Las personas mayores también suelen enfrentar desafíos en cuanto a la absorción de ciertos nutrientes, como las vitaminas B12 y D, y minerales como el calcio y el hierro. Por eso, una dieta saludable para la tercera edad debe ser rica en alimentos que contengan estos nutrientes esenciales para mantener la salud ósea, mejorar la energía y optimizar la función cognitiva. Un plan de alimentación adecuado ayuda a compensar estas deficiencias y a mantener un organismo fuerte y bien nutrido.

Beneficios de una dieta saludable para el sistema inmunológico

Una dieta equilibrada en adultos mayores refuerza el sistema inmunológico, ayudando a prevenir infecciones y enfermedades. Las personas mayores tienen un mayor riesgo de sufrir deficiencias nutricionales que afectan las defensas, por lo que es importante incluir alimentos que fortalecen el sistema inmunológico.

Nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmunológico en personas mayores

Para protegerse mejor de enfermedades, los adultos mayores deben priorizar ciertos nutrientes esenciales en personas mayores que optimizan las defensas y fortalecen el sistema inmunológico.

Vitaminas recomendadas para reforzar defensas

Las vitaminas para fortalecer defensas en mayores son indispensables en esta etapa. Entre las más importantes se encuentran:

  • Vitamina C: Conocida por su capacidad para estimular el sistema inmunológico, la vitamina C es fundamental en la dieta de los mayores, ya que aumenta la producción de glóbulos blancos, que son los encargados de combatir infecciones. Además, su potente acción antioxidante ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres, lo cual es especialmente beneficioso para las personas mayores.
  • Vitamina D: En la tercera edad, la absorción de vitamina D se reduce, lo que puede debilitar el sistema inmunológico y los huesos. Esta vitamina juega un papel esencial en la activación de las defensas y en la salud ósea, por lo que es recomendable obtenerla a través de alimentos como pescados grasos (salmón, atún), huevos y productos fortificados, o mediante la exposición moderada al sol.
  • Vitamina E: Otro potente antioxidante, la vitamina E ayuda a reducir el daño celular y a mejorar la respuesta inmunológica. Las personas mayores pueden obtener esta vitamina a través de alimentos como las nueces, semillas y vegetales de hoja verde. Su efecto protector también ayuda a mantener la piel saludable y a retrasar los signos del envejecimiento.

Minerales y antioxidantes clave para el sistema inmunológico

Además de las vitaminas, existen minerales y otros antioxidantes esenciales para la nutrición para el sistema inmunológico en personas mayores:

  • Zinc: El zinc es un mineral crucial para el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico, ya que ayuda en la producción y activación de las células inmunitarias. Las personas mayores que consumen alimentos ricos en zinc, como carne magra, mariscos, semillas de calabaza y legumbres, logran una mejor defensa contra infecciones. Además, este mineral favorece la cicatrización de heridas y ayuda a mantener el gusto y el olfato, sentidos que tienden a reducirse con la edad.
  • Selenio: Este mineral es un poderoso antioxidante que protege las células del envejecimiento y mejora la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. El selenio se encuentra en alimentos como el pescado, los mariscos, las nueces de Brasil y los cereales integrales. Su consumo regular es esencial para mantener el sistema inmunológico saludable en la tercera edad.
  • Antioxidantes: Los antioxidantes presentes en frutas y verduras coloridas, como los betacarotenos en zanahorias y los polifenoles en bayas, ayudan a reducir el estrés oxidativo en el cuerpo. En personas mayores, los antioxidantes son especialmente útiles para proteger el cuerpo de enfermedades crónicas, como el cáncer y las afecciones cardiovasculares. Estos compuestos ayudan a mejorar la función inmunológica al reducir la inflamación y el daño celular.

Alimentos recomendados para fortalecer el sistema inmunológico de los mayores

Seleccionar alimentos recomendados para personas mayores es clave para asegurarse de que reciben los nutrientes necesarios en su dieta diaria. A continuación, presentamos algunos alimentos que son fundamentales para un sistema inmunológico saludable.

Frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales

Las frutas y verduras son esenciales en cualquier dieta equilibrada en adultos mayores, ya que son fuentes concentradas de vitaminas, minerales y antioxidantes. Los nutrientes presentes en estos alimentos refuerzan el sistema inmunológico y ayudan a combatir el envejecimiento celular.

  • Frutas cítricas (naranjas, limones, pomelos): Estas frutas son ricas en vitamina C, un antioxidante que estimula la producción de glóbulos blancos, esenciales para combatir infecciones. La vitamina C también ayuda a reparar tejidos y proteger las células del daño oxidativo.
  • Verduras de hoja verde (espinacas, col rizada): Las hojas verdes son ricas en vitamina E, un antioxidante poderoso que apoya la salud celular y protege al cuerpo de los radicales libres. Además, estas verduras son una buena fuente de fibra, lo que favorece una digestión saludable.
  • Bayas (fresas, arándanos, moras): Las bayas aportan antioxidantes como los polifenoles, que combaten el daño celular y reducen la inflamación en el cuerpo. Además, ayudan a mejorar la memoria y la función cognitiva, factores importantes para el bienestar de las personas mayores.
  • Zanahorias y calabazas: Ricas en betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A, estas verduras ayudan a fortalecer la piel y las membranas mucosas, las cuales son la primera línea de defensa contra las infecciones.

Proteínas y su rol en el sistema inmunológico

Las proteínas son fundamentales en la nutrición para el sistema inmunológico de los mayores, ya que proporcionan los aminoácidos necesarios para la producción de anticuerpos y otras células inmunitarias. Incorporar fuentes de proteínas en cada comida ayuda a mantener la masa muscular y a fortalecer el sistema inmune.

  • Pescado graso (salmón, sardinas, atún): Los pescados grasos son ricos en ácidos grasos omega-3, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias. Estos ácidos grasos ayudan a regular la respuesta inmunológica y a proteger el corazón, un órgano que requiere especial atención en la tercera edad.
  • Huevos: Los huevos son una fuente excelente de proteínas y contienen diversos nutrientes, como la vitamina D y el zinc, esenciales para el sistema inmunológico. Además, son fáciles de digerir, lo cual es una ventaja para las personas mayores.
  • Legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles): Las legumbres aportan proteínas de origen vegetal y son ricas en hierro y zinc, minerales clave para fortalecer el sistema inmunológico. Son versátiles y se pueden incorporar en ensaladas, guisos y sopas.

Alimentos con propiedades antiinflamatorias

La inflamación crónica es un problema frecuente en personas mayores y puede debilitar el sistema inmunológico. Algunos alimentos antiinflamatorios para personas mayores pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la respuesta inmunitaria del cuerpo.

  • Jengibre y cúrcuma: Tanto el jengibre como la cúrcuma contienen compuestos antiinflamatorios que ayudan a reducir el dolor articular y a mejorar la circulación. La cúrcuma, en particular, contiene curcumina, un antioxidante que también apoya la salud cerebral.
  • Ajo: El ajo es conocido por sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Contiene alicina, un compuesto que ayuda a combatir infecciones y a fortalecer el sistema inmunológico. Incorporarlo en las comidas de forma regular es una excelente forma de prevenir resfriados y otros problemas comunes en la tercera edad.
  • Aceite de oliva virgen extra: Rico en antioxidantes y ácidos grasos saludables, el aceite de oliva ayuda a reducir la inflamación y a proteger el corazón. Es una opción saludable para aderezar ensaladas o cocinar a baja temperatura, ya que contribuye a mantener una dieta equilibrada en adultos mayores.
  • Nueces y almendras: Las nueces y las almendras no solo aportan proteínas, sino también vitamina E y ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes son fundamentales para combatir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico, además de beneficiar la salud cardiovascular.

Alimentos que deben evitarse o moderarse en la dieta de los mayores

Existen ciertos alimentos que pueden debilitar el sistema inmunológico, por lo que es recomendable evitarlos o consumirlos en pequeñas cantidades.

Alimentos ultra procesados y sus efectos en la salud

Los alimentos ultra procesados son una de las principales categorías que deben evitarse o, al menos, reducirse significativamente en la dieta para personas mayores. Estos alimentos suelen ser altos en calorías vacías y contienen conservantes, colorantes, y aditivos artificiales que pueden impactar negativamente en la salud.

  • Alto contenido en grasas trans y saturadas: Los ultra procesados suelen contener grasas trans, que aumentan el colesterol malo (LDL) y reducen el colesterol bueno (HDL), lo que eleva el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las personas mayores, que ya tienen un sistema circulatorio más sensible, pueden beneficiarse de evitar estos alimentos para cuidar su corazón y mantener una presión arterial estable.
  • Sodio en exceso: El exceso de sodio en alimentos como embutidos, sopas instantáneas y comidas preparadas puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de hipertensión, una condición común en la tercera edad. La sal retiene líquidos, lo cual puede afectar el sistema circulatorio y hacer que el corazón trabaje más.
  • Azúcares añadidos: Los ultra procesados suelen estar cargados de azúcares añadidos, que elevan el riesgo de desarrollar o empeorar la diabetes tipo 2 y otras afecciones relacionadas con el azúcar en sangre. En la alimentación en la tercera edad, controlar el consumo de azúcar es crucial para mantener niveles de energía estables y prevenir picos de glucosa que pueden impactar la salud inmunológica.

Azúcares y su impacto en el sistema inmunológico

El consumo de azúcar en exceso tiene un impacto negativo directo sobre el sistema inmunológico. Los estudios muestran que el azúcar puede debilitar la capacidad de los glóbulos blancos para combatir infecciones, lo cual es especialmente problemático en personas mayores que ya tienen un sistema inmune más vulnerable.

  • Efectos en el sistema inmunológico: El azúcar inhibe la capacidad de respuesta del sistema inmunológico durante varias horas después de su consumo. En lugar de enfocarse en combatir infecciones, el cuerpo gasta energía metabolizando el azúcar, lo que deja al organismo expuesto a patógenos y a infecciones comunes.
  • Aumento de inflamación: El consumo elevado de azúcar provoca inflamación crónica, que puede agravar condiciones como la artritis y contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Mantener una dieta baja en azúcares ayuda a reducir la inflamación y mejora la calidad de vida en personas mayores.

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Consejos para mantener una dieta equilibrada en la tercera edad

Mantener una dieta equilibrada en la tercera edad es fundamental para garantizar que las personas mayores reciban los nutrientes necesarios que apoyen tanto su salud física como su bienestar general. Con algunos ajustes en la planificación y la selección de alimentos, es posible seguir una dieta que fortalezca el sistema inmunológico, aporte energía y ayude a prevenir enfermedades comunes en esta etapa de la vida. En Interdomicilio, sabemos que unos simples cambios pueden hacer una gran diferencia en la calidad de vida de las personas mayores. Aquí ofrecemos algunos consejos clave para lograr una alimentación adecuada y equilibrada.

Planificación de comidas y snacks saludables

La planificación de comidas es esencial para asegurar una dieta variada y equilibrada. Preparar un plan semanal o mensual permite anticiparse a las necesidades nutricionales y evita la improvisación, que a menudo lleva a consumir alimentos menos saludables.

  • Organizar un menú semanal: Crear un menú semanal permite incluir los nutrientes esenciales en cada comida. Se pueden planificar platos que incluyan proteínas, carbohidratos saludables, grasas buenas y una amplia variedad de frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales.
  • Preparar comidas por adelantado: Cocinar con antelación algunos platos o componentes de las comidas, como legumbres, verduras asadas o carnes magras, facilita mucho la vida diaria y permite mantener una dieta saludable sin necesidad de recurrir a ultra procesados. Las personas mayores pueden así disfrutar de platos caseros y nutritivos sin mucho esfuerzo.
  • Incluir snacks saludables: Los snacks saludables ayudan a mantener los niveles de energía estables y previenen el hambre excesiva entre comidas. Ejemplos de snacks nutritivos incluyen frutas frescas, yogur natural, frutos secos y palitos de zanahoria o apio con hummus. Estos aportan nutrientes sin las calorías vacías de muchos snacks comerciales.

La importancia de la hidratación en personas mayores

La hidratación en personas mayores es un aspecto clave de la salud, que a menudo se pasa por alto. Con el envejecimiento, el mecanismo de sed se vuelve menos efectivo, lo que hace que los adultos mayores tiendan a beber menos agua de la necesaria, aumentando el riesgo de deshidratación. La deshidratación no solo afecta el funcionamiento de los órganos, sino que también puede debilitar el sistema inmunológico.

  • Beber agua regularmente: Es recomendable beber entre 6 y 8 vasos de agua al día, aunque las necesidades pueden variar según la persona y el clima. Tener una botella de agua a mano o programar recordatorios para beber agua puede ayudar a que esta costumbre se mantenga.
  • Incluir alimentos ricos en agua: Consumir alimentos con alto contenido de agua, como frutas (sandía, melón, naranjas) y verduras (pepino, apio), también contribuye a la hidratación. Estos alimentos aportan agua y nutrientes, lo cual es ideal para mantener el cuerpo hidratado y bien nutrido.
  • Limitar el consumo de bebidas deshidratantes: Algunas bebidas, como el café y el alcohol, tienen un efecto diurético y pueden contribuir a la deshidratación si se consumen en exceso. Es importante que las personas mayores reduzcan su ingesta o beban agua adicional si consumen este tipo de bebidas.

Mantener una dieta rica en fibra

La fibra es esencial para la alimentación en la tercera edad porque ayuda a mantener una digestión saludable, previniendo problemas comunes como el estreñimiento. Además, una dieta rica en fibra contribuye a la salud del corazón y ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

  • Optar por granos enteros: Cambiar el pan blanco, la pasta y el arroz refinados por opciones integrales es una excelente manera de aumentar la ingesta de fibra. Los granos enteros también contienen vitaminas del grupo B y minerales esenciales que benefician el sistema inmunológico y la salud general.
  • Incluir frutas y verduras en cada comida: Las frutas y verduras son fuentes importantes de fibra y de una amplia variedad de vitaminas y minerales. Incluir una variedad de colores en las comidas ayuda a asegurar una ingesta completa de nutrientes.
  • Añadir legumbres: Las legumbres, como las lentejas, los garbanzos y las alubias, son alimentos ricos en fibra y proteínas vegetales. Además, ayudan a mantener una buena digestión y a controlar el colesterol.

Moderar el consumo de sal y azúcar

Reducir el consumo de sal y azúcar es fundamental para mantener una dieta equilibrada y prevenir problemas de salud como la hipertensión y la diabetes, que son comunes en la tercera edad.

  • Evitar alimentos procesados y ultra procesados: Estos alimentos suelen tener un alto contenido de sal y azúcar. Optar por alimentos frescos y preparados en casa permite controlar mejor estos ingredientes y evitar el exceso.
  • Usar especias y hierbas: En lugar de sal, se pueden utilizar hierbas y especias para realzar el sabor de las comidas. El orégano, el romero, la cúrcuma y el jengibre son opciones que aportan sabor y beneficios adicionales para la salud.
  • Limitar los dulces y azúcares añadidos: Optar por frutas como postre y limitar el consumo de pasteles, galletas y refrescos es una forma sencilla de reducir el azúcar en la dieta. Si se desea un toque dulce, la miel o el sirope de agave en pequeñas cantidades pueden ser alternativas más saludables.

Incorporar proteínas en cada comida

Las proteínas son esenciales para mantener la masa muscular y fortalecer el sistema inmunológico, y deberían estar presentes en cada comida del día. A medida que se envejece, la capacidad de sintetizar proteínas disminuye, por lo que es importante asegurarse de consumir suficiente cantidad para mantener la fuerza y la salud.

  • Elegir proteínas de alta calidad: Las carnes magras, el pescado, los huevos, el yogur y las legumbres son excelentes fuentes de proteínas que benefician la salud. Incluir una porción en cada comida ayuda a mantener la masa muscular y a prevenir la pérdida de fuerza.
  • Incluir fuentes de proteínas vegetales: Las legumbres, frutos secos y semillas también son buenas fuentes de proteínas, además de aportar fibra y grasas saludables. Estas proteínas vegetales son una excelente opción para variar la dieta y reducir el consumo de carnes.

Comer en porciones adecuadas y mantener una frecuencia regular de comidas

Comer en porciones moderadas y de forma regular contribuye a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y a evitar la sensación de pesadez, muy común en personas mayores.

  • Evitar grandes comidas: En lugar de hacer una o dos comidas abundantes, es recomendable distribuir la ingesta calórica en varias comidas más pequeñas a lo largo del día. Esto ayuda a evitar problemas digestivos y a mantener la energía estable.
  • Practicar el «comer consciente»: Comer de manera consciente significa prestar atención a las señales de hambre y saciedad del cuerpo, y disfrutar de la comida con calma. Este enfoque también ayuda a evitar el consumo excesivo de alimentos y a mejorar la digestión.

Ejemplo de menú semanal para fortalecer el sistema inmunológico en personas mayores

Un menú semanal bien planificado puede ser de gran ayuda para que las personas mayores obtengan los nutrientes necesarios para fortalecer su sistema inmunológico y mejorar su salud general. En interdomicilio recomendamos la ayuda de un servicio domestico para la ayuda y preparación de este menú, que incluye alimentos recomendados para personas mayores ricos en vitaminas, minerales, antioxidantes y proteínas esenciales que ayudan a mantener las defensas del cuerpo fuertes y activas. En Interdomicilio, creemos que una dieta balanceada, variada y rica en nutrientes es clave para apoyar un envejecimiento saludable.

Desayunos ricos en nutrientes

Los desayunos son el primer aporte de energía del día y una excelente oportunidad para incluir alimentos ricos en antioxidantes y proteínas que benefician al sistema inmunológico.

  • Lunes: Yogur natural con frutas frescas (como fresas, arándanos y plátano) y una cucharada de semillas de chía. Añadir un puñado de nueces para obtener grasas saludables y vitamina E.
  • Martes: Avena cocida con leche vegetal, una pizca de canela, y rodajas de manzana. Se puede agregar una cucharada de miel y almendras picadas.
  • Miércoles: Tostada integral con aguacate, rodajas de tomate y un huevo cocido. Esta combinación proporciona proteínas, grasas saludables y antioxidantes.
  • Jueves: Smoothie de espinacas, plátano, kiwi y una cucharada de semillas de lino. Este batido es una excelente fuente de vitamina C y fibra.
  • Viernes: Tortilla de espinacas y champiñones, acompañada de una tostada de pan integral. La espinaca aporta hierro y antioxidantes.
  • Sábado: Yogur griego con granola baja en azúcar y frutas del bosque. Las bayas son una fuente excelente de antioxidantes y favorecen el sistema inmunológico.
  • Domingo: Tostada integral con mantequilla de almendra, rodajas de plátano y una pizca de canela, un desayuno nutritivo y balanceado.

Almuerzos y cenas balanceados

Los almuerzos y las cenas deben ser comidas completas y equilibradas que incluyan proteínas, carbohidratos saludables, y verduras variadas. Este enfoque garantiza que las personas mayores obtengan todos los nutrientes necesarios para fortalecer el sistema inmunológico y mantener la energía.

AlmuerzosAlmuerzos

  • Lunes: Ensalada de quinoa con espinacas, garbanzos, zanahorias ralladas y aguacate. Aliñar con aceite de oliva virgen extra y limón para aportar grasas saludables y vitamina C.
  • Martes: Merluza al horno con espárragos y puré de boniato. La merluza es una excelente fuente de proteínas magras y los espárragos aportan fibra y antioxidantes.
  • Miércoles: Pechuga de pollo a la plancha con brócoli al vapor y arroz integral. El brócoli es rico en vitamina C y otros antioxidantes.
  • Jueves: Lentejas guisadas con verduras (zanahoria, pimiento rojo, tomate y cebolla). Las lentejas son ricas en hierro y proteínas vegetales, esenciales para la dieta de personas mayores.
  • Viernes: Salmón al horno con batatas y espinacas. El salmón es rico en omega-3, que ayuda a reducir la inflamación y fortalece el sistema inmunológico.
  • Sábado: Arroz con verduras y tofu a la plancha. El tofu es una buena fuente de proteínas vegetales y el arroz aporta carbohidratos de digestión lenta.
  • Domingo: Sopa de verduras (con calabacín, puerro, zanahoria y calabaza) y tortilla de espinacas. La sopa es hidratante y la tortilla proporciona proteínas de calidad.

Cenas

  • Lunes: Sopa de pollo con verduras (zanahoria, apio y cebolla) y una rebanada de pan integral. El caldo de pollo es nutritivo y reconfortante, ideal para mantener una dieta equilibrada.
  • Martes: Tortilla de calabacín y espinacas, acompañada de una ensalada de tomate y pepino. La tortilla aporta proteínas, y la ensalada es refrescante y rica en vitaminas.
  • Miércoles: Pimientos rellenos de quinoa, verduras y queso feta. Este plato es completo y bajo en calorías, ideal para una cena ligera y nutritiva.
  • Jueves: Crema de calabaza con un toque de jengibre y cúrcuma (ambos tienen propiedades antiinflamatorias) y una rebanada de pan integral.
  • Viernes: Salteado de verduras con gambas y fideos de arroz. Este plato aporta proteínas y es ligero para una cena saludable.
  • Sábado: Ensalada de espinacas con nueces, manzana, queso fresco y aliño de aceite de oliva. Una cena ligera que aporta antioxidantes y grasas saludables.
  • Domingo: Puré de patatas y coliflor con un filete de pescado blanco (como el bacalao). El puré es suave y el pescado proporciona proteínas ligeras.

Opciones de snacks saludables

Los snacks son importantes para mantener los niveles de energía y evitar el hambre excesiva entre comidas. En la alimentación en la tercera edad, es mejor optar por snacks saludables y ligeros, que ayuden a mantener un sistema inmunológico fuerte.

  • Frutas frescas: Las manzanas, peras y cítricos como las naranjas son excelentes opciones de snack, ricas en fibra y vitamina C.
  • Yogur natural con nueces: Este snack es una combinación de proteínas y grasas saludables que ayuda a fortalecer las defensas y a mantener una digestión saludable.
  • Palitos de zanahoria y apio con hummus: Este snack es ideal para aportar fibra y antioxidantes, además de ser saciante y nutritivo.
  • Puñado de almendras o nueces: Las almendras y nueces son ricas en vitamina E y grasas saludables, que son beneficiosas para el sistema inmunológico.
  • Tostada de pan integral con aguacate: El aguacate aporta grasas saludables, mientras que el pan integral proporciona carbohidratos de absorción lenta, ideales para mantener la energía.
  • Smoothie de frutas y espinacas: Un batido hecho con frutas y espinacas es refrescante y aporta antioxidantes, ideal para fortalecer el sistema inmunológico.
  • Un huevo cocido: Fácil de preparar y rico en proteínas, el huevo cocido es un snack saciante que ayuda a mantener la masa muscular.

Conclusión: La importancia de una dieta saludable para un envejecimiento activo

Mantener una dieta para fortalecer defensas en adultos mayores es fundamental para envejecer de manera saludable y activa. La selección adecuada de alimentos y nutrientes esenciales no solo apoya el sistema inmunológico, sino que también permite a las personas mayores disfrutar de una vida plena. En Interdomicilio, creemos en el poder de la buena alimentación como base para un envejecimiento saludable, y alentamos a todos a cuidar su dieta para mantenerse fuertes y con un sistema inmunológico resistente.

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