La psicología, según el significado de su composición como palabra, es el estudio o tratado del alma. La ciencia abarca tres escenarios: el cognitivo, conductual y afectivo. Desde su proliferación como medicina curativa, las herramientas de la psicología se han desplegado en despachos y salas de especialistas, donde se trataba al paciente. Pero en su objetivo por seguir avanzando como ciencia, se ha desarrollado en los últimos años un nuevo modus operandi: la intervención domiciliaria.
¿Qué puede aportarte la psicología en tu domicilio?
Los beneficios de contar con un psicólogo en tu domicilio para realizar allí la terapia son muy positivos y resultan fundamentales en la eficacia del tratamiento para algunos casos.
Durante la realización de la terapia periódica en el hogar, el especialista puede obtener una cantidad de información mucho mayor y objetiva acerca del modo de vida del paciente. Detalles que el tratado no puede apreciar en su día a día y que resultan fundamentales, datos que es incapaz de percibir o información que se abstendría a comentar en una consulta, queda bien expuesta en el lugar donde vive.
El comportamiento con las personas que le rodean y su modo de actuar en determinadas situaciones tal y como él es capaz de narrar en un despacho, pueden quedar en entredicho al trasladarlo a la realidad. El psicólogo puede atender situaciones espontáneas como disputas, captando la rutina emocional, el estado de las relaciones puras…De esta forma, la terapia se hace verdaderamente más efectiva.
Por otro lado, la terapia resulta mucho más cálida y cercana al desarrollarse en un lugar que al paciente no le es hostil. El tratamiento se convierte en personalizado e individualizado cuando el paciente no es recibido en una sala en la que es “uno más” de todas aquellas personas en la lista de espera.
Otra ventaja que debemos tener en cuenta pese a estar menos vinculada a la efectividad del tratamiento es que el demandante evita realizar desplazamientos periódicos hasta la consulta y puede desarrollar su vida con total normalidad.
Como ya hemos apuntado anteriormente, existen casos en los que participar en este tipo de terapias resulta especialmente aconsejable.
Psicología para todas las edades
En niños
Los niños son los primeros que responden mejor a este tipo de tratamientos. El establecimiento de pautas comportamentales resulta mucho más sencillo de ser instaurado durante el desarrollo cotidiano del día a día. Hábitos de estudio, sueño y horarios de comida entre otros son mucho más susceptibles de ser entendidos y practicados por el pequeño si se realizan in situ y con los materiales que el niño está acostumbrado a utilizar.
En adolescentes
Para el caso de los adolescentes con perfil inconformista y comportamientos agresivos o desobedientes, los terapeutas son capaces de trabajar también con su entorno, concretamente con sus padres, quienes suelen tener estrecha relación con las pautas de actuación del adolescente.
En adultos
Si nos referimos a las personas adultas, es muy efectivo el tratamiento en casos de ansiedades, depresiones o patologías crónicas y resulta fundamental cuando existen problemas de fobias sociales o agorafobias.
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